Un
tema que me apasiona e inspira es el de la FE. Estoy convencido de su
extraordinario poder, porque lo he experimentado en múltiples
ocasiones. Muchas veces agobiado por tremendas dificultades y
obstáculos, pero siempre con la fe y la convicción, cuando todo
parecía imposible, de repente apareció algo providencial e
imprevisto, trayéndome una maravillosa solución.
Es
por tal motivo que insisto tanto, en mis columnas diarias en los
periódicos, en mis escritos en libros y en las entrevistas con las
personas que me visitan, sobre la gran necesidad que tenemos de
utilizar el poder de la fe, por medio de la oración ferviente,
constante, sincera, que obra milagros.
Algunas
personas piensan que tienen fe, porque han deseado alguna cosa y la
obtienen. Pero cuando no consiguen lo que desean, pese a sus
oraciones y súplicas, ante las frustraciones y fracasos, se
desaniman y exclaman que de nada sirve tener fe, ya que no han podido
solucionar sus problemas que siguen iguales o peores que antes. A
estas personas les digo que no han tenido suficiente fe. Porque la
fe consiste en creer firmemente, tener serenidad y calma, y además
actuar hasta lograr lo que se desea. Todo, lo que se pide debe estar
en ARMONÍA CÓSMICA, de lo contrario posiblemente no se logrará.
JOSÉ
FARID H.
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