martes, 12 de mayo de 2015

PRÓLOGO.



GUSTAR A LOS DEMÁS

Agradar a los demás suele ser, por lo general, una necesidad y una de las bases de las relaciones sociales.
El secreto consiste en no pretender ser como los demás, hay que ser uno mismo, pues la mejor manera de conocer otros pensamientos, dando a conocer los propios.
¿Hay alguien más atrayente que una persona simpática que nos haga pasar un buen rato? Alguien que con su impronta nos muestre su lado espiritual, que con sus conocimientos nos transporte a lo desconocido dándonos la sensación de estar viviendo el momento.
En todo esto, hoy, al igual que con el árbol que no deja ver el bosque, pasa lo mismo que con la juventud: Suenan más los sucesos de cuatro incontrolados, que dan una sensación falsa, que los de una juventud con formación, con inquietudes, preocupados por su entorno, participando en cuantos movimientos los requieran y un largo etc.
Nuestro grupo de Torre Pacheco tiene la gran suerte de conocer a un grupo de esa gente joven, representados en la persona de nuestro guía Marcos, él nos ha dado relajación espiritual a través de sus poemas.
Él nos ha formado e informado de las delicias de esta gran tierra hermana que es ¨Cuenca¨ en la zona de Cañete. Él nos ha acercado a los ríos, a las copas de los pinos, a las cumbres de los montes y desde éstos nos hemos sentido más cerca de los pies del creador.
Por todo ello, de este grupo del cual me hago portavoz, ¡Gracias Marcos, a ti por tu paciencia y a tu equipo de la Hostelería de Cañete por su simpatía y atenciones!

MANOLO GIL, 28 DE ABRIL DE 2000.

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