viernes, 23 de enero de 2015

MÁQUINAS PARA APRENDER A OÍR.


Un fonetista yugoslavo ha encontrado la llave
del mundo del sonido que libera a los sordos
de su prisión de silencio.

MAXIM, un niño moscovita de cinco años de edad, sabe lo que debe hacer. Se sube a una silla, agarra un objeto conectado por alambres a una caja de metal, sonríe y espera. El terapeuta de ruso Mladek Lovrie, sentado frente al niño, ajusta dos botones en la caja y coge el micrófono.
¨ Ba... ba... ba ¨, dice Lovric. El niño vacila, luego trata de repetir: ¨ Pa... pa... pa ¨.
¨ Ba... ba... ba ¨, insiste Lovric, ajustando mejor los mandos.
Por fin Maxim repite bien, aunque vacilante: ¨ Ba... ba... ba ¨.
Lovric le hace un ademán de aprobación y poniéndose la mano izquierda sobre la cabeza, como la pluma de un indio, dice: ¨ ¡ Juuujuuujuuu ! ¨, balanceándose de atrás adelante.
¨ ¡ Juuujuuujuuu ! ¨, repite el niño jugando y riendo.
Lovreic se pone el dedo sobre los labios como indicando silencio:
¨ Shshshshshsh...¨
Maxim le imita: ¨ Pshshshshsh ¨.
Después de una serie de juegos, de nuevos ajustes a los mandos y de repeticiones, Maxim ha aprendido a decir claramente: ¨ Babuchka doma ¨, que en ruso quiere decir: ¨ La abuela está en casa ¨.
Fisiológica-mente, Maxim es completamente sordo. A los siete meses de edad, un ataque de meningitis le lesionó gravemente los nervios del oído interno. Los tratamientos habituales no dieron resultado y, dado que la mayor parte de los mudos no aprenden a hablar porque no oyen, Maxim pudo haber quedado sumido para toda la vida en el silencio de los sordomudos si sus padres no lo hubieran llevado al Centro de Rehabilitación del Habla y del Oído, de Zagreb, donde ocurrió la escena anteriormente descrita. Allí, el profesor Petar Guberina, lingüista y fonetista yugoslavo, ha perfeccionado el método ¨ verbo-tonal ¨ que se está imponiendo en todo el mundo como terapia para la sordera.
El supuesto fundamental del método es sencillo. Dice Guberina, hombre agradable, de cincuenta y tantos años de edad, y director del Centro: ¨ Nadie es completamente sordo, es decir, totalmente incapaz de percibir el sonido ¨.
Los sonidos naturales son una combinación de vibraciones de distintas frecuencias, y las del habla están dentro de unas gamas determinadas. Los sordos pierden en diverso grado la capacidad de percibir la gama más utilizada, pero todavía pueden captar algunas frecuencias, generalmente las más graves. Sin embargo, éstas se confunden con el sonido, imperfectamente percibido, de las agudas. Guberina pensó que bastaría con eliminar estas interferencia, amplificar las frecuencias que el sordo puede oír, y adiestrarlo a interpretar los sonidos por medio de éstas.
¨ El método se basa ¨ , dice, ¨ en desarrollar la percepción del habla mediante el cultivo de las frecuencias de sonido que el paciente capta. Una persona puede aprender a leer un texto aun sin ver la parte superior o inferior del reglón; de manera análoga, es posible entender el habla aunque la mitad o más de las vibraciones que la componen se perciban ¨.
En el Centro de Zagreb, los terapeutas averiguan primero la gama de frecuencias que el paciente percibe. Es curioso que algunos sonidos graves pueden ser oídos o sentidos; las lentas vibraciones de un buque en el mar a veces se oyen como un ruido sordo, y otras simplemente se siente como una ligera sacudida. El inventor y sus ayudantes aprovechan este fenómeno para despertar la conciencia del sonido en casos muy graves. Por ejemplo, Maxim estaba usando un vibrador de baja frecuencia para aprender a ¨oír ¨ a través de las manos. Las pruebas indican que pronto podrá usar audífonos para percibir sonidos filtrados, y después de muchos meses de adiestramiento habrá aprendido a oír y a hablar.
El tratamiento del profesor Guberina está ganando prestigio en muchos países; desde Francia hasta la Unión Soviética y desde la Argentina al Canadá y los Estados Unidos, acuden pacientes a Zagreb. Guberina pasa gran parte de su tiempo dando conferencias en diversos países, y los terapeutas adiestrados por él despliegan su actividad en muchos de los cincuenta centros verbo-tonales establecidos en diferentes países. El doctor Claude Apap, director del Centro de Fonética Aplicada, de París, dice: ¨ El método verbo-tonal no será la última palabra, pero indudablemente es la mejor terapia de que disponemos hoy día ¨.
Petar Guberina se ha interesado siempre por el sonido. Hijo de un viticultor dálmata, trabajó para pagarse los estudios en la Universidad de Zagreb, donde, después de obtener un diploma en francés, se especializó en fonética; luego se doctoró en la Sor-bona. En 1951, fue nombrado profesor auxiliar en la Facultad de Filosofía y Letras de Zagreb, e inició una carrera docente que hubiera podido ser muy tranquila.
Mientras escuchaba a estudiantes de distintos países, se preguntaba por las causas de la pronunciación incorrecta de un idioma extranjero. Por ejemplo, la palabra francesa voiture ( coche ), un inglés la pronuncia vóichur; un español voitur, y un servo-croata, voitir. Es más: el que habla no se da cuenta de que está pronunciando mal las palabras porque también las oye mal. ¿ Por qué ? Un niño normal nace con una percepción perfecta de los sonidos, pero hacia los quince años de edad se queda sordo para algunos que no le son familiares; según Guberina, no se trata de una sordera del oído, sino de una ¨sordera ¨mental, o sea, el no reconocimiento de estos sonidos por el cerebro. En cierto modo, un inglés se hace duro de oído en Francia, y un francés, en Alemania.
¿ Cómo se aplicaría este fenómeno a una persona que es dura de oído en su propio idioma ? , se preguntó Guberina.
Pronto se le presentó la oportunidad de averiguarlo. En 1952, la Clínica del Oído de la Universidad le pidió que hiciera una lista de las palabras servo-croatas de uso más frecuente para utilizarlas en pruebas de audiometría. ¨ Pero como las palabras contienen muchos sonidos superpuestos ¨, recuerda el profesor, ¨ pensé que sería más revelador escoger partes de palabras de una frecuencia predominantemente alta o baja para determinar si los pacientes percibían más unas que otras ¨.
El investigador y su ayudante pasaron días enteros produciendo sonidos a través de una serie de filtros de frecuencia de fabricación industrial. Llamaron a estos sonidos ¨ logátomo ¨, y cada uno debía ser ¨ rico ¨ en una banda de frecuencia únicamente. Por ejemplo, ¨ Si---si ¨ era un ¨ logátomo ¨típico de alta frecuencia, y ¨ bu u-bu u ¨ uno de baja frecuencia. Para probar la audición de los pacientes de forma más precisa, hizo construir una máquina que se conoció como SUVAG ( siglas en inglés de Sistema Universal de Audición Verbo-tonal Guberina ).
La SUVAG pronto confirmó lo que los especialistas sabían desde hacía ya algún tiempo; la mayoría de los sordos pierden la percepción de las frecuencias altas. Por consiguiente, los audífonos corrientes se diseñaron para amplificar las frecuencias altas, pero no se preocupaban de las bajas.
Guberina decidió tratar de ¨ transmitir ¨ en dichas frecuencias. Sus ingenieros construyeron una nueva máquina, la SUVAG I, capaz de transmitir, bien a través de audífonos o mediante un pequeño vibrador, frecuencias hasta de un ciclo. El profesor estrenó esta máquina con una anciana que se había quedado sorda hacía cuarenta años, a consecuencia de una enfermedad infecciosa. Después de algunos días de adiestramiento, la anciana entendió fragmentos de conversación transmitidos en dichas bajas frecuencias, y fue tal su felicidad al oír el habla humana que volvió un día tras otro para que le permitieran escuchar más.
Con el tiempo, ambos pacientes comenzaron a comprender más y mejor, ante la sorpresa de los médicos que habían seguido los experimentos. Los especialistas sabían que no podía haber una mejora fisiológica en la percepción del sonido; y, sin embargo, no cabía duda de que la comprensión del habla había mejorado.
El profesor Guberina da esta explicación: ¨Inconscientemente, los pacientes se estaban reeducando mentalmente para la percepción del habla por medio de los tonos más bajos, o de una combinación específica de tonos graves y agudos. Era como si estuvieran aprendiendo a leer sirviéndose únicamente de la parte inferior de las palabras ¨.
Si los adultos aprendían a entender el habla filtrada, los niños, cuyo cerebro tiene mayor flexibilidad, podrían hacerlo mejor aún. Así pues, empezó a trabajar con niños sordos. Su ayudante, Yugoslav Gospodnetic, recuerda: ¨ Esta fue la parte más emocionante de la investigación. Con adultos que ya conocían el idioma, aveces nos bastaba encontrar el campo óptimo de audición y trabajar sobre él. Con los niños, podíamos dar acceso a todo el proceso de aprendizaje de la lengua y de la educación ¨.
La fama del trabajo que estaba realizando el profesor Guberina se extendió rápidamente, y el gobierno le ofreció un edificio y los fondos necesarios para fundar un Centro de Rehabilitación del Habla y del Oído. En la actualidad, un promedio de cuatrocientas a quinientas personas de todas las edades están en tratamiento en el Centro de Zagreb, que cuenta con un personal de más de cincuenta técnicos. La re-educación de los adultos es más difícil que la de los niños, a menos que el tratamiento se inicie inmediatamente después del accidente que produjo la sordera, o con tiempo suficiente en los casos de fallo progresivo. En la mayor parte de los casos se obtienen algunos resultados, pero el profesor Guberina hace hincapié en que todavía falta mucho por hacer: ¨ Los sordos que no conocen ningún lenguaje no pueden oír ni hablar inmediatamente con la ayuda de una máquina. En los casos en que es posible el tratamiento, se necesita un trabajo metódico durante un largo período de tiempo ¨.
En una reciente visita que hice al Centro observé a siete niños, de tres a cuatro años de edad, sentados en semicírculo en el suelo en un cuarto amplio y lleno de luz, algunos con audífonos y otros cogiendo vibradores, que se conectaban con una máquina SUVAG. En el centro, la terapeuta Dunja Ruljancie, levantaba los brazos hacia el techo como una bailarina de ballet y decía ante el micrófono que llevaba colgado del cuello: ¨ Aaaaaaa...¨ Los niños trataban de imitarla. ¨ Eeeeeee...¨, continuaba la muchacha estirando los brazos al frente con las palmas de las manos hacia afuera; ¨ Ooooooo...¨, llevándose los brazos hacia el pecho con un movimiento circular.
_¿ Para qué es la mímica ? _pregunté.
Al principio me explicó el doctor Guberina _utilizamos movimientos corporales para facilitar la articulación. Es sabido que ciertos gestos ayudan a producir determinados sonidos. Los movimientos también ayudan al ritmo, y posteriormente se usan para aclarar el sentido de oraciones habladas.
Una vez que un niño ha aprendido a entender el habla por medio de frecuencias seleccionadas y puede expresarse en forma comprensible, se le adapta un audífono que se acerque lo más posible a su propia gama de frecuencias, y se le envía a un colegio. ( Del veinte al veinticinco por ciento de estos niños son completamente sordos.) Si tiene problemas para seguir el programa normal, el Centro le ofrece clases de recuperación en varias asignaturas, destinadas principalmente a acostumbrarse al sonido de las palabras nuevas, propias de cada materia de estudio.
A lo largo de sus investigaciones sobre la terapia de la sordera, el profesor Guberina mantuvo su interés inicial por los idiomas. Cuando la primera SUVAG se puso en funcionamiento, y con la ayuda de estudiantes nativos, empezó a descubrir las frecuencias predominantes del francés, inglés, alemán, ruso, italiano y servo-croata, que constituirían también las mejores bandas auditivas para los individuos de cada nacionalidad. Una vez que las hubo establecido, podía filtrar los sonidos de la lengua extranjera para adaptarlos a la gama del que los escuchaba, En seguida empezó a experimentar con un grupo de jóvenes africanos que estudiaban en Zagreb. ¨ después de seis meses de adiestramiento, llegaron a ser los primeros africanos que hablaban el servo-croata casi sin acento ¨, dice el doctor, riendo.
El nuevo descubrimiento llevó a la construcción de una tercera máquina, la SUVALINGUA, para la enseñanza de idiomas. Al mismo tiempo, Guberina trabajó en colaboración con el profesor Paúl Rivenc en el Centro de Idiomas CREDIF, del gobierno francés, situado en las afueras de París, con el fin de perfeccionar un nuevo método para la enseñanza del francés. Este, que lleva el nombre de Método Estructuro-Global, pone énfasis en los sonidos; los estudiantes aprenden primero la entonación y ritmo general del diálogo en situaciones dadas, luego las palabras y finalmente los sonidos de que éstas se componen. A lo largo del aprendizaje la SUVALINGUA corrige los errores de pronunciación.
El método Guberina-Rivenc CREDIF se utiliza actualmente en 98 países, y, solamente en los Estados Unidos, dos mil universidades y centros de enseñanza secundaria lo han adoptado para enseñar el francés. Se está extendiendo a la enseñanza de otras lenguas, y la prestigiosa Escuela Internacional de Intérpretes de Mons ( Bélgica ) se propone aplicarlo próximamente para enseñar el chino.
Con todo, la preocupación principal del doctor Guberina sigue siendo su trabajo con los sordos. Las máquinas SUVAG se fabrican actualmente tanto en Yugoslavia como en Francia, y se ha ideado un modelo portátil para uso doméstico. Abriga la esperanza de que los fabricantes comerciales encuentren pronto una manera económica de producir audífonos adaptados a las necesidades individuales de cada persona. Pero desde ahora se pueden anotar en su haber realizaciones importantes. ¨ En Zagreb hemos revisado la definición de sordera total ¨, dice. ¨ Podemos afirmar que, prácticamente, cualquier niño sordo, si no ha sufrido lesión cerebral ni tiene serios problemas mentales, puede aprender en cierta medida a percibir el habla y a hablar. En el caso de personas mayores, tratamos de ayudarles a salir del aislamiento de la sordera total. Y eso ya es algo, ¿ no es verdad ? ¨

POR ALEXANDRE DOROZYNSKI.

1 comentario:

  1. Hola. Me interesa saber si hay algún centro en la Ciudad de México en el que se use este método. Gracias.

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