domingo, 25 de enero de 2015

ELIJA LOS COLORES COMO UN DECORADOR.

Concejos de una especialista para dar realce y vida a lo que nos rodea.



De todo lo que nos rodea, nada tan personal o revelador como los colores que elegimos. Son una válvula natural de auto expresión y tienen en nuestra vida un poderoso efecto, tanto estético como psicológico. Representan la manera más rápida y barata de transformar nuestro ambiente más inmediato.

Todo lo que uno desee se puede encontrar en los colores de nuestra preferencia. Actualmente, los fabricantes ofrecen doce mil tonos diferentes ( sin contar los blancos y los negros ) para pintura de paredes, alfombras, telas, manteles individuales y ceniceros. El problema radica en elegir ¨ nuestros ¨ colores y combinarlos de modo que produzcan el efecto deseado y sean fuente de satisfacción espiritual. Para lograrlo, es indispensable conocer, siquiera ligeramente, el complicado fenómeno del color.

El color es lo primero que percibimos como adultos; nos habla más directamente que la forma. La luz y el color están íntimamente relacionados. Los pigmentos absorben ciertas longitudes de ondas luminosas y reflejan las restantes, que son las que el ojo percibe. El objeto que absorbe casi todas las ondas se ve negro, que es en realidad la ausencia de color. Por otra parte, el blanco está formado por todos los colores del espectro.

Cada uno de los tres colores primarios tiene sus propios matices emocionales. El rojo es provocativo, cálido, vital. Tiene cierta connotación de éxito. En las ceremonias oficiales se suelen tender una alfombra roja para que pasen las personalidades. Nuestra sangre circula más de prisa cuando ¨ enrojecemos de cólera ¨ . El COLOR ROJO estimula todos nuestros apetitos, incluso el de la gula ( por eso es tan frecuente que los restaurantes estén decorados de rojo ).

El AZUL, en cambio, resulta tranquilo, serena el ánimo; es símbolo del anochecer y del descanso. También induce a la meditación, aviva nuestra conciencia de las cosas y da la impresión de orden.

EL AMARILLO tiene la intensidad cromática ( es decir, fuerza de color ) más brillante de los tres. Como EL ROJO, produce un efecto vitalizador, pero, por ser más claro y menos denso, resulta más sugestivo que estimulante. Alegra el ambiente, y solemos relacionarlo con el sol, con el calor, y también con lo nuevo, lo moderno, lo que aún no ha cobrado forma concreta.

EL VERDE, combinación del azul y el amarillo, es un color secundario, pero tan fundamental que, en la decoración, yo le concedo la misma importancia que a cualquiera de los primarios. Es sereno, refrescante; el agua clara tiene frecuentemente un matiz verdoso.

La escala cromática básica consta de veinticuatro colores, derivados de la combinación de primarios y secundarios en determinadas proporciones. Esta escala, que puede consultarse o adquirirse en casi todas las tiendas de bellas artes, es muy útil para comprobar qué colores se combinan bien. Todos se pueden conjuntar con el que los sigue o los precede; también es posible mezclar todos los matices de un mismo grupo, ya se trate de verdes, rojos o amarillos.

Las paredes son el elemento principal de una habitación. Sin embargo, antes de trazarnos un plan, conviene pensar lo que deseamos expresar con esos colores. ¿ Queremos experimentar una sensación de amplitud ? ( blanco ). ¿ Deseamos un ambiente puro, fresco, limpio ? ( blanco ). ¿ O preferimos un marco más reducido, más restrictivo ? ( obscuro ). EL ROJO nos da la sensación de protección. Los colores obscuros, terrosos, fuertes ( como un tostado cálido ), reducen el espacio y le prestan una apariencia de intimidad, de seguridad.

Muy pocos de nosotros podemos imaginar los colores, pero reaccionamos en el acto a aquellos que nos gustan. Por consiguiente, cuando veamos un color que nos agrade, conviene tomar nota y, de ser posible, conseguir una muestra. Mis clientes suelen enviarme toda clase de objetos para indicarme los colores que desean en la decoración de su casa; flores frescas, conchas, cajas de fósforos, pedazos de tela, un christmas con una agradable combinación cromática.

¿ De qué color es su automóvil ? En nuestro ropero, ¿ qué colores se repiten en los vestidos ? ¿ Cuáles nos levantan el ánimo ? ¿ De qué color son las camisas y corbatas que prefiere su marido ? Otro buen lugar para encontrar ideas es una tienda de lanas para labores, con sus cientos de matices.

Cierta mañana, una amiga mía y yo nos rompíamos la cabeza buscando una combinación de colores para su cuarto de baño. Sentadas en el borde de su cama, contemplábamos el baño; de pronto, atrajo mi atención el despampanante traje azul y verde que mi amiga se había puesto la noche anterior, durante la cena con que festejó su decimoquinto aniversario de boda. Lo cogí y lo exhibí en alto. ¿ No era ésa la sensación que buscaba ? ¨ ! Eso es ! ¨ , exclamó mi amiga con una amplia y abierta sonrisa.

Otros amigos míos volvieron de unas vacaciones en cierta isla del Caribe, donde la arena era como terciopelo blanco bajo un ardiente cielo azul. Las toallas del hotel tenían un dibujo de audaces rayas en rosa, amarillo y verde. Mis amigos no habían perdido aún el tono bronceado de la piel cuando descubrieron toallas idénticas en unos almacenes, que se apresuraron a colocar en su pálido cuarto de baño como vivo recuerdo de unas gratas y felices vacaciones.

Los alimentos pueden indicarnos tonos y matices que nos gustaría emplear; rojo cereza, amarillo limón, chocolate obscuro. Vale la pena cortar una naranja por la mitad y estudiar la relación entre su color exterior y el interior. O un limón, una lima, melones o algunas bayas. No hace mucho vi en un museo una pintura de Nicolás de Staël: La fuente de ensalada. En ella, la lechuga aparecía fresca, fría, deliciosa; los verdes que la coloreaban eran tan suaves y translúcidos que daban ganas de sentarse a comerla. Los colores comestibles son siempre sedantes, ya sea que los usemos para las paredes, para una alfombra o para un cojín del sofá. Y la obra de un artista cuyos colores contemplamos con placer puede evocarnos posibles combinaciones.

Hallaremos más ideas para la combinación y variación de colores en el cuadro de la página siguiente, pero conviene ensayar las conbinaciones que se ajusten a los propios gustos. Si en ese cuadro digo que tal color va con el marrón, y a nosotros no nos gusta el marrón, cambiémoslo sin demora por algún otro color obscuro e intenso.

Todas las combinaciones de colores tienen tres dimensiones fundamentales; fondo, frente y foco. Imaginemos que estamos sacando fotos en un jardín rústico; cielo y prado, flores en primer término y, como foco, un tulipán increíblemente rojo. Esto, traducido a una habitación, significa que usaríamos blanco para las paredes, verde césped para la alfombra, y el tapizado de los muebles repetiría el ¨ fondo ¨ de cielo azul y los colores de las flores. ( El tejido de la tapicería no tendría que ser estampado en absoluto. ) Quizás decidamos usar el rojo del tulipán en los muebles y en las cortinas, y añadir otros toques rojos en los cojines o en una caja sobre la mesa, o en el tapizado de una banqueta; lo mejor de todo sería poner tulipanes rojos naturales en la habitación.

Debemos procurar que la habitación produzca una afirmación en color. Y para que haya armonía, un color deberá predominar, en desigual equilibrio, a fin de darle cohesión. Pisos y paredes (las superficies más extensas) deberán mantenerse unidas mediante una relación cromática. Si los muros son amarillos, podemos colocar una alfombra azul, pero también deberá haber algo de amarillo en ésta. Una vez determinada la concepción fundamental, el clima general, hay que empezar a pensar en los colores accesorios, que pueden ser cálidos y llamativos, puesto que van en pequeñas dosis; como contraventanas rojas en una casa de adobes.

¿Se trata de una habitación pequeña y estrecha, u obscura, u deseamos darle mayor amplitud y luminosidad? En tal caso, deberemos usar como fondo los colores más claros. Recordemos que una pared pintada en un tono de gran intensidad (verde limón, por ejemplo) parecerá que se mueve hacia adelante, mientras que la pintada en una tonalidad menos brillante dará la impresión de retroceder.

Supongamos que tenemos una habitación de cuatro por cinco metros y medio, orientada al norte, y un panorama agradable; árboles y un poco de cielo. Podemos utilizar la alfombra verde manzana que ya tenemos. Como la habitación es bastante obscura, necesita cierta animación. Por ejemplo, amarillo cálido para las paredes, con algo de rojo y naranja para dar calor a la fría luz del norte. Procuremos que el tapizado sea claro; quizás convendría una tela de aspecto tosco, en tonos verdes, amarillos y blancos. Y para traer al interior el panorama, yo recomendaría cortinas sencillas, ligeras. Los toques de albaricoque y rojo laca que desearíamos agregar se pueden introducir con las lámparas, floreros, cojines, y en esa tela tosca con sus verdes y amarillos. Y no hay que olvidar las flores. Los cuadros que tenemos colgados poseen gran cantidad de estos matices resultantes, que dan unidad al conjunto.

Creo que, en una casa, cada habitación puede tener sus propios colores, con tal que los una el elemento común del blanco, ya sea en las paredes o en las molduras. Una casa que me gusta mucho tiene un comedor en color azul y blanco que se comunica con un salón azul, blanco, amarillo, rojo y verde, cuyas puertas se abren a una galería en verde y blanco. Se puede repetir un color con las paredes, las molduras, la tapicería, las cortinas o las alfombras. Si sentimos la imperiosa necesidad de una explosión de colores independientes, podemos satisfacerla en una habitación ajena al conjunto principal. Podríamos pensar en un papel pintado extravagante en el minúsculo vestíbulo (donde nos daría la bienvenida a nuestra llegada sin cansarnos, puesto que, en realidad, no pasamos mucho tiempo alli).

Una vez que sepamos cuales son ¨nuestros¨ colores, hay que ceñirse a ellos. No sucumbamos a la tentación de emplear ciertos colores simplemente porque están de moda. El rosa fuerte de hoy puede se teñido mañana por una aberración. Pero hay más:

  • Jamás tratemos de andar a tientas en cuestión de colores. Nadie tiene verdadera memoria para los colores, y si no contamos con muestras para comparar, no podemos formarnos una idea adecuada. Examinemos todas las muestras coordinadas, de día y de noche, puesto que la luz artificial puede cambiar por completo los colores.
  • Cuando vayamos de compras,llevemos muestras de buen tamaño.¡A cuántas personas oímos lamentarse de la imposibilidad de observar tal o cual efecto, por lo escaso de la muestra!
  • Jamás tomemos decisiones inmediatas tratándose de colores; tendremos que vivir con ellos, así que conviene meditarlo, consultarlo con la almohada, reconsiderarlo y, por fin, decidirse.
  • No nos fiemos nunca de esos colores que no van bien ni con blanco ni con negro. Tienden al realzar las impurezas y la pesadez de un matiz poco claro.
  • Hay que equilibrar los colores. Un color fuerte puede hacer palidecer los otros. (Emilio Pucci usa pigmentos llamativos que a veces nos atraen por su crudeza; pero hay que señalar que el color más brillante es el que menos usa Pucci, y lo distribuye en dosis muy parecidas por toda su obra.)
  • Por último, guiémonos por el propio instinto: la decisión final nos corresponde a nosotros. Tal vez prefiramos colores comunes, comprobados, entre los cuales se puede vivir; pero si deseamos un auténtico estallido de color, tomémoslo tal cual y no tratemos de atenuarlo. Cuando sentimos los colores en ese grado, ésos son ¨nuestros¨ colores. Y darán color a nuestra vida, y a nuestro estilo de vivir.



Posibles combinaciones de colores



En esta combinaciones, C significa claro; M, medio; O, obscuro. C junto a un púrpura o rosa indica un tono pastel. Los tonos claros y obscuros son los componentes más neutros; deben usarse para fondo. Los medios constituyen el foco, el acento que presta luz y vida al conjunto.

En la primera combinación, por ejemplo, se puede usar el amarillo para las paredes, blanco para las molduras, verde para la tapicería, albaricoque para los cojines y marrón para el mobiliario de madera.

C       Amarillos
M     Verdes
M     Albaricoque
C      Blanco
O      Marrón
M     Azul
O     Marrón
C     Beige
C     Blanco
M   Amarillo
C    Purpura
C    Azul
C    Rosa
O    Marrón
C    Blanco
M   Amarillo
C    Blanco
O    Marrón
O    Negro
O    Naranja  laca
M     Naranja
M     Amarillo
M     Rojo
M     Verdes
C       Blanco

C     Rosa
C     Púrpura
C     Albaricoque
C     Azul
C     Verde
C     Blanco
M   Verde trébol
C     Blanco
O    Negro
O    Tonos  madera
M   Rosa
M   Rojo
C    Blanco
M   Verde
O    Negro
M     Amarillo
C      Blanco
O     Negro
M    Rojo
C     Plateado
C     Blanco
M    Verde
O     Marrón
M    Azul
C     Blanco
O    Vino
O    Marrón
C    Rosa
C    Albaricoque
C    Naranja
C    Beige
O     Azul  obscuro
C     Cromo
C     Blanco
O    Tono   madera
M    Rojo
M    Verde
C      Blanco
C      Azul   pálido
O     Marrón
O    Marrón
C     Blanco
C     Arcilla
M    Verde
M    Rosa
M   Azul
C    Beige
M   Verde
C     Plateado
C     Blanco
M    Rosa
M    Amarillo
M    Verde
C      Blanco
O     Negro
C     a O 6 verdes
C     Beige  paja
C     Rosa adelfa
C     Blanco
O    Terracota
O     Morados
M    Tomate
C      Beige  paja
M     Verde  hoja
M    Azul  Francia
M    Cobre
C      Blanco
M     Dorado
M     Marrón  muy
         obscuro

POR  ALEXANDRA  STODDARD.



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